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Foto del escritorEstefania Carro Bianchi

Otra mirada sobre el virus

Inspirada en esta imagen, quiero proponerles reflexionar sobre la actualidad que hoy nos mantiene en cuarentena. Pensar sobre que ha pasado en nuestro Planeta Tierra y si se ha modificado la conciencia que tenemos como seres humanos y humanidad en esta parálisis productiva y el aislamiento social.


Hay una mirada optimista que dice que la contaminación esta disminuyendo y hay otra mirada pesimista, cuasi apocalíptica.

Me propongo encontrar una reflexión donde contemplando los extremos podamos extraer un aprendizaje que los contenga.


Hay muchos videos que muestran como en las grandes ciudades se escucha el canto de los pájaros. Debido a la merma de trafico y ruidos en general hoy los podemos escuchar cantar.

Otras imagines dan a conocer como han aparecido animales salvajes en algunas ciudades, como no hay quien los frene, entonces avanzan. Por ejemplo Jabalíes en Barcelona. En chile un tigre visitando las calles de una ciudad.

Lejos de invadirnos somos nosotros los que hemos aumentando de tamaño y ganado espacio a esa fauna que hoy busca ocupar su lugar.

Imágenes satelitales muestran como la contaminación del aire se redujo en Europa y China. Esto es debido al cese de actividades industriales y gracias a la poca utilización de vehículos disminuyó el dióxido de nitrógeno.


En Venecia las aguas se ven mas claras. El color cambió debido a que hay menos tráfico en los canales, situación que ha permitido que el sedimento permanezca en el fondo. Se pueden ver peces y han aparecido cisnes

En el puerto de Cagliari aparecieron delfines que gracias a la ausencia de botes y hombres en movimiento, se acercan al muelle. También se han visto patos silvestres en fuentes de Roma,.

La naturaleza avanza en sintonía con su ritmo que contempla la calma y el silencio.

Y se va transformando en respuesta a los cambios.

Y respecto de la conciencia que tenemos como humanidad, entiendo que también se va transformando en esta incertidumbre de los cambios.

La importancia de la productividad, el aprovechamiento del tiempo para generar riquezas económicas, la importancia del consumo, de ganar sea como sea. Todo eso pierde valor frente a esta realidad donde no hay divisiones, no se diferencia razas, grupos, nivel socioeconómico. Todos somos igualmente vulnerables.

Perdimos la cercanía real, hoy no podemos abrazarnos, tenemos que tomar distancia y es el calor tecnológico el que nos devuelve ese contacto.

La incertidumbre se apodera del hombre y entonces éste comienza escucharse. A escuchar a su cuerpo que necesita descanso, a su corazón que necesita silencio, siente emociones, miedo, enojo, también felicidad en las pequeñas cosas. También empieza a escuchar a sus hijos, a su esposa, a sus familiares, con sus miedos, sus preguntas, sus emociones.

Cerraron las escuelas, las oficinas, dejamos de correr para recordar las bases: la familia vuelve a estar reunida en su casa, la importancia de cuidar la salud, de domrir mejor, a querer el bien para todos, a sentir que estamos unidos, que somos uno y que cuidarte a vos es cuidarme. Porque el otro me importa.

Estos cambios nos demuestran que todo se relaciona con todo; lo que sucede en un punto del planeta afecta al globo.

Porque el universo tiene sus leyes y funciona en equilibrio. Cuando ese equilibrio comienza a afectarse, esas mismas leyes lo regulan nuevamente.

Y en este nuevo equilibrio de la incertidumbre reflexiono que ya no somos los mismos y que tenemos una gran oportunidad y que es la de replantearnos todo.

En que mundo queremos vivir?

Que mundo le queremos dejar a las generaciones futuras?

Es el momento para soñar con una transformación estructural del modelo económico en el largo plazo, de los sistemas de producción, los sistemas financieros y los patrones de consumo; buscando reducir nuestra huella de carbono sobre la madre tierra.

Es el momento para soñar con un hombre mas conectado consigo mismo y con el otro, comprendiendo el valor sagrado de la oportunidad que nos da la vida y del cuidado de nuestro planeta.

El beneficio inesperado del Coronavirus es recordar. Recordarnos a nosotros mismos, recordar que hay otro, recordar que todos somos uno y que nuestro Planeta es nuestra Madre Tierra quien nos sostiene como humanidad, y es sagrada.

Mientras esperas que cambie la realidad, no te das cuenta que la realidad es quien vino a cambiarte a vos.


Estefanía

Instagram: @estefania.carro.bianchi

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